viernes, 2 de mayo de 2014

El árbol

Martín Tildán es un escritor que tiene un extraño vicio que lo obliga a usar, predominantemente, palabras esdrújulas, agudas con tilde, graves con tilde y monosílabos con tilde. Martín acaba de comenzar un texto que empieza así: "El árbol de la mansión gótica sufrió un extrañísimo..." Te proponemos que lo ayudes a escribir el cuento teniendo en cuenta su extraña afección.


El árbol de la mansión gótica sufrió un extrañísimo traspié por su débil unión a la esfera terrícola. José, un excéntrico británico, brindó una solución muchísimo más ecológica, que tan solo en unos días terminaría con su agonía con una condición muy fácil, mezclaría en un cáliz: una lágrima, tres corpúsculos de limón, una fracción de ágata y también una de lapislázuli, fórmula extraída del vademécum de su mamá.

Tras días pasaron y José, con pasión, vertió la poción. Todos, con satisfacción, observaron cuan hábil había sido el británico, la poción comenzó a surtir efecto y un fotógrafo, al ver que el árbol se erguía, retrató la imagen para la próxima edición del periódico.

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