Y la muerte le dio vida

Para Charlie, porque querías ver algo de ese rinconcito olvidado de mi mente, ese que no suelo mostrarle a nadie.

El intranquilo mar se vislumbraba a través de sus llorosos ojos. El inefable paisaje se perdió en la bramura de sus pensamientos, junto con aquella lágrima silenciosa que se escurrió por su mejilla.
Recordó por última vez la voz de ese hombre misógino al que una vez juró amar, segura de que sería una inmarcesible fuente de amor. Depositando su cuerpo en el espeso oleaje se despidió de él, de cada uno de los nefastos momentos y, quedándose sólo con los gratos, le dijo adiós a su lacónica vida.
Por primera vez en incontables meses, sintió paz, esa paz que sólo podía concederle la mano de la muerte.

Entonces deja que los besos amorosos habiten nuestros labios, pronuncien mil y cien razones, cien y mil más.

Ser perfeccionista no te hace perfecto.  La perfeccion no es una opción. Vivir si.

Que tarea difícil es escribir algo bello y del corazón para dos amigas que queres mucho y que cumplen años el mismo día y a la vez tratar de ser original pero sin dejar nada sin decir. Hay cosas que no dije y que debí decir. Mi consuelo es saber que ambas saben cuanto las quiero y cuán sincera es mi amistad; que cuando digo que pueden contar conmigo para lo que necesiten lo digo a posta.

Brindo por el cumple de mis dos hermosas amigas y por muchos años más de amistad.

Porque con amigas como ellas no necesito nada más.

P. S: AGUANTEN LAS CINCO!

Que MIERDA es extrañar. Que MIERDA la distancia. Que MIERDA no tener a mis amigas cerca. Que MIERDA llorar. Que MIERDA las despedidas. Que MIERDA crecer.

QUE MIERDA TODO.